La INTEGRACIÓN nos permite el conocimiento del pasado, facilita la comprensión del presente y pone a disposición de las personas experiencias y conocimientos que le permiten hacer proyecciones del futuro. La INTEGRACIÓN es el proceso y resultado de mantener unidas las partes de un todo, las partes del todo que en nuestro caso es el PSICODRAMA. Integración también como una suma continua de nuestra asociación.
Buscamos en este congreso proponer un espacio de RE-Encuentro entre alumnos y maestros, entre mayores y jóvenes, entre las escuelas de psicodrama. Un congreso de integración entre el pasado, el presente y el futuro que establezca los límites de la asociación con respecto a nuestra ética profesional. Un congreso en el que el reconocimiento a nuestros mayores sea el inicio de la mirada hacia el futuro del psicodrama para que no quede ninguna esquina por RE-Integrar.
Carmona como ciudad de encuentro, la nueva Cattolica de la que hablan nuestros mayores. Precisamente de Carmona el mítico Julio César dijo, con la sublevación de la Hispania Ulterior, aquella lapidaria frase: «Carmona es, con mucho, la ciudad más fuerte de toda la provincia» (Carmo, quae est longe firmissima totius provinciae civitas). Carmona como ciudad universitaria propicia un lugar de encuentro entre distintas universidades (Universidad de Sevilla, UNED, OLAVIDE y LOYOLA) donde fomentar y establecer el marco teórico de la investigación en psicodrama, proporcionando un espacio de actividades de carácter científico, técnico, cultural y social. Carmona como lucero de Europa, como crisol de cultura, busca acogernos en su seno y dar pie a establecer el camino de la integración del pasado, presente y futuro. Carmona como cruce de caminos entre distintas culturas y distintos momentos.
Proponemos un encuentro genuino entre personas al cumplirse 100 años de la publicación del libro “El teatro de la espontaneidad” de Jacob Levi Moreno. Espontaneidad como amalgama que une cada una de las partes, de nuestro pasado, de este presente y del futuro que será.
“El hombre tiene miedo de su espontaneidad. Tus antepasados de la selva temían el fuego: temían el fuego hasta que aprendieron a encenderlo. Del mismo modo, el hombre temerá vivir apelando a su espontaneidad hasta que aprenda a provocarla y educarla” (J.L. Moreno).